
Foto: Sfgirlbybay
Pintar las paredes y techos de blanco funciona muy bien para aumentar la luminosidad en habitaciones que ya son luminosas de por sí.

Foto: Apartment Therapy
Poca gente se atreve con el color negro en las paredes, a pesar de que es uno de los más elegantes. Si te da miedo que resulte demasiado tenebroso puedes combinarlo con colores vivos.

Foto: Style Caster
El rosa de esta pared, que combina a la perfección con el sofá y los cuadros seguro que fue escogido una vez la habitación ya estaba casi completamente decorada.

Foto: Marie Claire Maison
Los colores desaturados son perfectos para añadir un toque de color a tu decoración sin que resulten agobiantes o recargados.

Foto: Habitually Chic
El azul funciona perfecto con el verde-dorado de las sillas. Las piezas de arte y las sillas no destacarían tanto sobre una pared blanca, y este azul tan claro no resulta abrumador.

Foto: Instagram
Otro ejemplo en el que un ligero toque de color en la pared, eleva el resultado final.

Foto: Revista AD
En este luminoso salón, la base blanco total multiplica la luz.

Foto: Houzz
Este espacio de trabajo resulta relajante e íntimo gracias al gris oscuro de las paredes.

Foto: Mad about the House
Esta habitación no recibe mucha luz. En lugar de pintarla de un color claro, el dueño de esta habitación decidió aceptar y aprovechar esa asuencia de luz para crear un ambiente acogedor y relajante utilizando una paleta de colores oscuros.

Foto: Rainy Day Women
Si no te gustan los colores oscuros, en habitaciones con poca luz apuesta por colores claros pero con un poco de pigmento como este beige.

Foto: The Makerista
Este sótano es otro ejemplo de espacio oscuro donde se ha optado por abrazar esa "oscuridad" para crear un ambiente acogedor.

Foto: Apartment Therapy
Una pared azul da un toque de alegría en esta microhabitación.

Foto: eHow
El dorado del cabecero y la lámpara destacan sobre ese gris claro.

Foto: Ingerstedt
El minimalismo y el color gris de la pared aportan el toque masculino, los cojines de terciopelo en colores vivos aportan el toque femenino, consiguiendo un equilibrio.

Foto: Fantastic Frank
Un recibidor puede ser una parte de la casa en la que resulte menos arriesgado hacer experimentos con el color, o apostar por colores intensos.

Foto: Ecclecchic
Pintando la pared de las ventanas de color oscuro, añadimos una nota de interés sin restar luminosidad.

Foto: Suburban Bitches
Si pintas el techo de oscuro, harás la estancia más acogedora pero cuidado si tienes los techos bajos.

Foto: Gravity Home
Al pinta la puerta, las molduras y la pared del mismo color, se crea una base uniforme sobre la que destacan más las fotografías.

Foto: Etxecodeco
Esta pared amarilla crea un punto focal y da un toque de alegría a la decoración de este dormitorio. Si quieres incluir color en tu habitación sin perder un ápice de calma, apuesta mejor por colores poco saturados.

Foto: Apartment Therapy
Lo más común es pintar las paredes de color y el techo de blanco. Hacerlo al revés puede ser arriesgado pero también se consiguen resultados espectaculares.